¿Qué prisa pues? Piratería en la época de los Millenials.

 

Para quien no ha esperado una carta dos semanas o para quien no ha hecho la tarea en la biblioteca, esperar más de 1 minuto es una eternidad.

No es que nuestros hijos hayan nacido con prisa, es tan sólo el mundo que les tocó, en donde todo sucede en segundos (minutos si mal les va). Esa realidad transforma al ser en sus procesos más básicos. Hay una solución al alcance de la mano, una aplicación o un programa diseñado para resolver; entonces, la tolerancia a la frustración es menor. Y como dije, no es su culpa, sin embargo, no todo el mundo puede ir a esa velocidad, empezando por los padres y no se diga los abuelos. Las bromas de cuánto se tarda uno en contestar un mensaje o en encontrar una pestaña en la pantalla, no tienen misericordia. El nuestro era un mundo en el que las cosas se tardaban y uno así lo asumía.

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Un área en la que la tardanza es muy difícil de manejar para muchos es la de las series de televisión. Ya sea que vean los 10 o más capítulos de la temporada de un jalón o bien, que accedan a ellos en sitios ilegales, la urgencia no justifica los medios.

El trabajo creativo suele verse como altruista, todo se comparte, todo parece fácil, total, es una foto, una canción, un poema, un dibujo, etc. Cuando se trata de una película o serie, la gente se comporta de modo voraz y no repara en daños con tal de acceder al contenido lo antes posible. Lo peor es que lo reconocen sin problema y aseguran que, el asunto no puede esperar.

Este es un tipo de piratería muy común en todos los rangos de edad, ya sea que se compren los DVD’s en puestos ambulantes o se usen aplicaciones ilegales, la prisa manda. El daño parece poco porque el efecto no se palpa al momento de ver una serie por ejemplo, en Pop Corn o Cuevana, la afectación es directamente a la cadena creativa; todos los involucrados en la elaboración y producción, desde los directores hasta los que venden el material original, sufren pérdidas importantes y su labor se ve mal redituada. Tal vez no me refiero a los sueldos millonarios de los actores principales, yo hablo de ellos y de todos cuyos nombres no vemos porque nos salimos antes de la sala o le adelantamos a las “letritas” del final.

Es una práctica tan generalizada que está acabando con productoras pequeñas y le resta trabajo y oportunidades de desarrollo y crecimiento a miles de personas.

A todos mis queridos Millenials y amantes de las series de todas las edades, la verdad es: “¡No hay prisa!” y los famosos Spoilers no son justificación para hacerse de una primicia a costa del trabajo ajeno. Uno no puede tenerlo todo o saberlo todo y lo mismo se aplica para la oferta televisiva y por Internet. Ante la urgencia siempre está el buen libro y ese también se puede leer todo de un jalón o disfrutarlo poco a poco.

Parece hueco todo lo que les digo, pero no menosprecien el trabajo de los demás ni ayuden a la industria de lo ilegal y lo pirata a crecer y crecer, las pérdidas son inmensas. Tampoco está de más aprender a esperar y mejorar esa tolerancia a la frustración; con ella se van a encontrar una y otra vez a lo largo de sus vidas y les aseguro que ella tiene menos misericordia que sus Memes hacia los de la generación del lápiz y el papel.

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Imagen Meme: GeneradorMemes.com

 

La inclusión forzada en un mundo que discrimina.

Los seres humanos somos más iguales que diferentes, sin embargo, somos más diversos que iguales y eso, ha sido causa de injusticias desde siempre.

La selección natural se encarga de adaptar a las especies al ecosistema y la selección que los humanos hacemos se ha encargado de perpetuar características físicas y de personalidad deseables para la sociedad. Estas dos posturas tienen bases opuestas; la primera hace cambios basado en lo que le conviene a la especie, mientras que la segunda elige dichos cambios basado en lo que cree que le conviene a la especie.

Ya se ha expresado por ahí cómo la idea de: “lo que es mejor para mí”, puede estar totalmente alejada de lo que en verdad le conviene al individuo.

Entonces, como en los cuentos de hadas:

“Hace muchos años, en un reino maravilloso, todos fueron de piel blanca, ojos claros y vivieron felices para siempre”.

Llevamos siglos tratando de salir de ese script sin éxito, aunque avances sí ha habido y eso debe continuar. Cada vez hay más leyes apoyando la diversidad y se acepta que eso va mucho más allá del color de la piel. Las razas nunca se han mantenido en una forma pura. Del lado de la selección natural hemos tenido, a lo largo de la historia, migraciones, eras glaciales, epidemias y otros fenómenos más o menos perceptibles. Por nuestra parte hemos elegido en muchos casos, simple y sencillamente lo que más nos gusta.

El orgullo racial ha tomado fuerza y el cuento se ha ido llenando de personajes de colores, ideologías y preferencias sexuales diversas. El cuento poco a poco va incluyendo personajes principales que no son blancos, varones o con mucho dinero.

En el día a día esto ha pasado desde hace muchas décadas, pero como en nuestra sociedad pareciera que si no se muestra en las películas o las series no vale, ahora tenemos “inclusión”.

Dependiendo del país la inclusión racial en series y películas se ve de forma diferente. En México hubo una época en la que los personajes negros eran actores blancos pintados de negro, los indígenas eran actores blancos con la cara sucia y hablando mal el español. Es de dar risa y es muy ofensivo y discriminatorio. Esos actores podían terminar la filmación y “limpiarse”, mientras que quieres pertenecen a dichos grupos humanos no podían hacerlo (ni tenían por qué). Ahora en nuestras películas todos dicen groserías, son medio vivales, las diferencias se enfocan en llevar al ridículo a las clases sociales y hacerse burla unos a otros.

En países con inmigración masiva como nuestros vecinos del norte, las series ahora han pasado de ser blancas para tener francos problemas de amontonar en el elenco a tanta diversidad. Tenemos por ejemplo los grupos de investigación; en ellos encontramos: un negro, un blanco, un latino, un asiático, un judío, un musulmán, un europeo, etc., y como queda también el asunto de las preferencias sexuales, entre ellos mismos deben ser heterosexuales y miembros de la comunidad LBGT, vegetarianos, adictos, ex adictos, devotos, fieles, infieles y los que me falten.

El intento de inclusión llega al absurdo y se siente falso, ignoro si cada grupo se siente representado con justicia en México o en Estados Unidos, pero yo más bien creo que es como pintar con todos los colores de la paleta sin justificación estética de fondo.

Sí es mucho mejor que estén a que no estén, por supuesto que sí y es de celebrar el esfuerzo. El asunto de la inclusión forzada es que muy en el fondo el poder sigue recayendo en los blancos, los malos son todavía los rusos y ahora también los chinos, el islam y los narcos latinoamericanos.

Hay ejemplos finísimos de inclusión, se me ocurre por ejemplo la trilogía de Iñárritu: Amores Perros, 21 gramos y Babel; sobre todo esta última donde la realidad humana se ve reflejada en toda su magnificencia y su miseria.

Pido porque un día pueda haber inclusión realista y que quienes no puedan ser representados en esa ocasión particular sean incluidos en otras y no se sientan mal. Además, espero que la variedad se aprecie en donde más vale, como en las universidades, empresas, agencias espaciales, organizaciones, gobiernos. En el cine y la televisión no me importa si siguen batallando en crear híbridos multifacéticos, al final es entretenimiento y bueno, si los actores se enojan, sepan que son incluidos en muchos otros círculos de devoción.

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